jueves, 8 de diciembre de 2016

LA ERA TECNOLÓGICA... ¿O QUIZÁS NO?

¡HOOOLA DE NUEEEEVO FIELES AMIGOS! Hoy, como cada día, hablaremos de tema que, de un tiempo a esta parte, preocupa considerablemente a los departamentos de marketing tanto de grandes como pequeñas empresas. 

En los últimos años, el desarrollo de las nuevas tecnologías ha supuesto un verdadero reto para las empresas grandes pero sobretodo para las pequeñas. El hecho de que cada vez más las tecnologías se hayan hecho presentes en todos los departamentos de las distintas empresas ha supuesto un aumento considerable de la competitividad y, como en todo, una vez estas tecnologías fueron implantadas como recurso de marketing en las empresas y al observar el gran alcance de comunicación que estas tenían se convirtió en una fuente de competencia entre estas empresas. Así pues, diversas compañías de diversos sectores se lanzaron a la investigación y el desarrollo de estas medidas. A consecuencia de esto, los departamentos de marketing no han dado abasto en la búsqueda de recursos publicitarios a través de los recursos tecnológicos. 

Este hecho, a pesar de aportar un gran numero de ventajas a las distintas empresas, ha ocasionado también un gran número de complicaciones que ha afectado más, como es evidente, a las pequeñas empresas que cuentan con menos recursos. Como resultado de las innovaciones, las empresas tuvieron que cambiar su modelo de negocio para enfocarlo a las necesidades emergentes. Esta adaptación supuso unos costes que muchas empresas no estaban capacitadas para afrontar pero que, por otro lado, se veían obligadas a desarrollar ante el inminente riesgo que suponía quedarse atrás con respecto a otras empresas.

Así pues, se plantea la primera cuestión, ¿puede una empresa pequeña permitirse no amoldarse a estas nuevas formas de promoción? La verdad que no existe una respuesta 100% válida para esta pregunta pues, indudablemente, no es posible no adaptar las nuevas medidas puesto que supondría un atraso con respecto a los consumidores. Pero lo cierto es que estas novedades pueden ser vistas por la empresa como una oportunidad. A pesar de que las pequeñas empresas no se puedan ver beneficiadas por las formas de publicidad en masa como la televisión o la promoción a través de vallas publicitarias en las calle, debido a sus altos costes, si pueden emplear recursos como las redes sociales. Esto resulta beneficioso para las pequeñas empresas ya que les permite competir con empresas mucho más grande a través de internet.

Por otro lado, también existen empresas que toman la decisión de centrar sus esfuerzos de Marketing en otras cuestiones dejando de lado internet. Un claro ejemplo puede ser un mercería de barrio cuyos clientes son bastante fieles y vienen de las tradiciones heredadas de abuelas a madres y posteriormente a hijas. Este tipo de empresas no necesitan adaptarse a los avances tecnológicos pues consideran que no tienen porqué competir con empresas más grandes.

Además también existen empresas grandes que con el objetivo de ofrecer un servio más intimo y personalizado, no llevan a cabo una publicidad en los grandes medios de comunicación o a través de los canales tecnológicos. Por ejemplo, si paseamos por las calles del barrio de Salamanca de Madrid observaremos que hay un gran numero de tiendas que no promocionan sus productos a través de los medios digitales pero sin embargo, cuentan con una clientela basada en el trato especializado.

En conclusión, es indudable que las nuevas tecnologías han traído consigo la necesidad de adaptación por parte de la mayor parte de las empresas. A pesar de esto, muchas han optado por centrar sus esfuerzos en dar un trato más intimo y personal. Esto nos lleva a la conclusión de que, queridos amigos, muchas veces lo que hace todo el mundo no siempre es lo mejor, y estas pequeñas empresas han sabido enfocar sus negocios consiguiendo el éxito sin necesidad de medios tecnológicos.

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